Por: Rodrigo Arenas

Mucho se habla en Colombia sobre las corridas de toros, la mayor parte de los argumentos desde la emoción y la instrumentalización política que impiden ver la actividad con racionalidad y objetividad. Acá una lista de hechos y verdades que permitirán dar el debate con mayor información: 

  1. Los toros de lidia usados en corridas en Colombia son en promedio 2 años mayores que novillos sacrificados para carne. Inclusive, el toro de corrida puede llegar a ser 3 años mayor que aquellos novillos sacrificados en edad de carne Premium (12 a 24 meses). Recuerden que la terneza de la carne esta, radica, aparte de su maduración, en la edad que tenga la res en su sacrificio. 
  2. A partir de los 4 años, se considera que un bovino como adulto. Edad en la que comenzarán a adquirir cada día un peso contraproducente que les impedirá vivir en buenas condiciones, pues por un lado resultarán ser muy pesados para servir vacas y por el otro serán muy pesados para sus mismas extremidades.
  3. En países como España, toros lidiados son, en algunas ocasiones, mayores (6 a 7 años) a los lidiados en Colombia, lo que superaría ampliamente la vida promedio de un novillo sacrificado para consumo de carne.
  4. Una vez superados los 4 años de edad, el novillo pasa a ser un toro y su carne deja de ser tierna, se pone mucho más dura y deja de ser apetecida. En la raza de ganado lidia este aspecto es aún más acelerado, pues los novillos son criados en total libertad y en ocasiones en condiciones geográficas montañosas que fortalecen su masa muscular y por consiguiente deterioran la calidad de su carne para consumo. 
  5. Cada raza bovina tiene un propósito y una razón de ser, algunas son con fin lechero otras con fin cárnico. Por ejemplo, la raza Holstein tiene un propósito netamente lechero y no podemos obligarlos a tener un fin cárnico de un día para otro, pues su naturaleza y genética no responde a esa necesidad. Para el caso puntual del toro de lidia, su propósito no es ni cárnico ni mucho menos lechero y su esencia está en su mismo nombre «la lidia».
  6. Las condiciones en las que se cría esta raza sobrepasan a las de cualquier otra. En estás ganaderías las vacas no son sometidas a ningún tipo de ordeño, los terneros no son retirados al nacer de su madre, los novillos no están confinados a comer todo el día en un establo, ni encerrados durante largas jornadas en corrales. Esta raza nace, crece y vive toda su vida en completa libertad.
  7. En Colombia son sacrificadas cada año casi 4 millones de reses para consumo de carne, entre terneros, novillos, vacas y toros, igualmente expuestos a todo tipo de “sufrimiento”, durante su cría, levante (proceso de engorde) y posterior sacrificio. Mientras que, en el mismo periodo no llega a 100 el número de toros adultos sacrificados en “plazas de primera” como Cali, Manizales y Bogotá.
  8. El sacrificio de éstos 100 toros de lidia adultos, garantiza y protege la existencia de miles de reses (entre terneros, novillos, vacas y toros) y ecosistemas asociados a lo largo de las casi 100 ganaderías de lidia que tiene nuestro país. De prohibirse esta actividad se condenaría al sacrificio a éstas miles de reses que automáticamente perderían su propósito, pues como mencionábamos anteriormente, no servirían para producción de carne ni tampoco para leche. 
  9. En el sin número de proyectos legislativos e iniciativas presentadas para abolir está actividad, no se conoce el primer plan de transición que tendrían al menos las vacas de esta raza a un propósito cárnico o lechero, pues los costos por inseminación o trasplante de embriones serían inmensos e igualmente concluirán en el exterminio genético de la raza. 
  10. En lo que respecta al sacrificio del toro, no existe método más noble y que respete de mejor manera la naturaleza taurina que las corridas de toro. A diferencia de los demás métodos de sacrificio, el toro en corrida muere en edad adulta, embistiendo y con la posibilidad de prolongar unos años más su vida por indulto.
  11. Los demás métodos de sacrificio bovino permitidos en Colombia y con los que se sacrifican los casi 4 millones de cabezas de ganado al año, no son precisamente los más nobles:
    1. Aturdimiento: La res es aturdida con pistola de aire (en algunos casos con electricidad) y posteriormente degollada.
    2. Métodos kosher y halal: La res está plenamente despierta cuando es degollada.

El consumo de carne responde a una tradición adquirida con los años y no se debe realmente a una necesidad del ser humano por consumir proteínas, ya que podría alimentarse de granos e igualmente compensar tal necesidad. Toda cría y sacrificio de animales está provocada por y para el goce del Ser Humano.

12. Además de los tipos de sacrificio mencionados, se suman los largos viajes, incomodidad y estrés al que son sometidas las reses para consumo en Colombia. Basta con visitar plantas de sacrificio como Guadalupe o San Martín en Bogotá, para conocer casos de reses con más de 8 horas de carretera, descargadas en corrales con solo agua y que deberán esperar otras 24 horas para ser sacrificadas. ¿Pasar 32 horas sin alimentación, entre camiones y pequeños corrales, es un sacrificio realmente noble.

13. A los toreros se les conoce también como «matadores de toros” y es entre otras cosas por lo que se les premia. Si el toro no es indultado al final de la faena (El indulto premia la bravura del toro a lo largo de la faena y le permite seguir con vida, se le curan sus heridas y es devuelto a ganadería para terminar sus años como padrote), se procede a sacrificarlo de la manera más rápida y efectiva posible.  Si el torero no logra matar al toro de una estocada o demora mucho tiempo en hacerlo, se castiga al torero y se devuelve el toro a los corrales. Una faena dura aproximadamente 25 minutos. 

14. Contrario a lo que se cree, para un aficionado taurino no hay nada más importante y que merezca mayor respeto que el toro mismo. El toro se admira, se cuida y se respeta en su misma muerte.

15. Los proyectos de ley e iniciativas presentadas para abolir prácticas taurinas se centran solamente y de manera oportunista en el rejoneo, corridas de toros, novilladas, becerradas y tientas; sin tener en cuenta espectáculos donde el toro también es un elemento central y tienen gran difusión en el país como los toros coleados y disciplinas de rodeo como el team penning (encierro de ganado) específicamente. 

16. Se realizan alrededor de 15 corridas de toros al año en las grandes ferias de Colombia (Cali, Manizales, Bogotá), mientras que competencias de coleo y rodeo se realizan casi todos los fines de semana. ¿Por qué los políticos y pseudo animalistas no asocian el coleo, el rodeo y en general la ganadería con maltrato animal y se centran únicamente a las corridas de toros y asociados? Un novillo usado para prácticas de coleo sufre inclusive más que un toro de corrida, pues está expuesto mucho más tiempo a estrés, hambre y maltrato por causa de la “vuelta campana” a la que se ve expuesto en cada salida a la manga. Si esto no fuera poco, el ganado regresa claramente golpeado en sus costillas, columna y rabo, a la finca a continuar con su engorde y posterior sacrificio.

17. Para el caso del team penning suelen ser usados terneros de máximo año y medio de edad, que al igual que el coleo quedan expuestos durante largas jornadas a hambre y estrés. 

18. En términos económicos cada temporada genera cerca de 15.000 empleos indirectos y 1.200 directos, entre ganaderías y empresas que se relacionan con el negocio. ¿Cómo se va a garantizar la transición de estas personas, cuya vocación y proyecto de vida ha sido la ganadería de lidia y la fiesta brava?

19. En 2018, tras cinco corridas y una novillada, la Corporación Taurina de Bogotá estimó ganancias de casi 1.445 millones de pesos para la ciudad.  Estos recursos fueron invertidos en adecuación y mantenimiento de parques públicos por parte del Distrito.  

20. Se estima que un toro de lidia, entre 4 y 5 años, con peso promedio de 550kg puede llegar a costar 10 veces más que una res vendida para consumo de carne. 

Argumentos en contra de la prohibición de las corridas de toros pueden darse desde la orilla técnica, ganadera, económica e incluso cultural, sin embargo, la razón más contundente debería ser la no intervención del Estado/Gobierno como agente prohibicionista de la actividad, principalmente porque desencadenaría un gravísimo precedente que podría acabar con todas las industrias ganaderas del país de carácter cárnico, lechero y deportivo, no solo en el ámbito bovino, sino también en el porcino, ovino, equino y pesquero, ya que la misma naturaleza de todo sector ganadero y general de cualquier relación con animales implica manipulación, transporte, sobreexposición, retirarlos de su hábitat natural, hambre, estrés, entre otros.

*Miembro de número de la dirección de gestión de territorios

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