Por: Felipe Buitrago
Autor de La Economía Naranja: una oportunidad infinita

Lao Tse, un filósofo chino que vivió hace más de 2.500 años, fue el fundador de una de las escuelas de pensamiento oriental más influyentes en la historia y a quién se atribuye la idea de que un viaje de mil kilómetros comienza con el primer paso. Sin embargo, su existencia es objeto de debate, debido a la naturaleza genérica de su nombre (Lao Tse es un título honorífico que significa ‘anciano erudito’) y a las deficiencias de información de la época y la distancia que nos separa de su tiempo. De la misma manera, el rol económico de la cultura es objeto de intenso debate desde hace más de tres décadas, a causa del reconocimiento generalizado sobre sus funciones no comerciales y la debilidad de las fuentes de información cuantitativa disponibles para su análisis.

En el largo camino de lograr el reconocimiento de la importancia económica de la cultura, y más importante aún su rol en el desarrollo socioeconómico sostenible, el primer paso se dio en Ciudad de México con Mondiacult 1982, cuando por primera vez una comunidad de naciones destacó la necesidad de considerar los aspectos culturales como elementos clave del desarrollo. Como es frecuente con estas declaraciones, sus efectos de corto plazo fueron decepcionantes. Pocos, si alguno, de los firmantes podría anticipar que tres décadas después la importancia económica de la cultura seguiría siendo invisible para la gran mayoría de los hacedores de política pública, en particular para los economistas.

Los europeos, en particular los británicos han adelantado un trabajo muy importante de validación y desarrollo de las industrias creativas, mientras que desde Asia Corea del Sur lidera en iniciativas de emprendimiento creativo como mecanismo de inclusión.

Desde Latinoamérica, este primer paso fue acompañado por numerosas iniciativas. México y Argentina lideraron en lo académico hasta finales de los años 90s, manteniendo la región a la vanguardia en materia de investigación y análisis de la mano de figuras como Nestor García Canclini y Octavio Getino. Fue entonces que se dio un relevo, producto de las coyunturas económicas de estos dos países que se cruzó con el renovado liderazgo político por parte de Chile y Colombia de la mano del Convenio Andrés Bello para la creación del Proyecto Economía & Cultura a partir del Seminario La Tercera Cara de la Moneda. De este ejercicio se derivaron media docena de estudios, la Geografía Cultural de Chile y la Cuenta Satélite de Cultura de Colombia; primera en el mundo y la base desde la que se desprenden las de Argentina, Chile, Costa Rica, México y Uruguay.

Gracias a este liderazgo, Colombia es hoy visto como un referente regional y con proyección mundial, por el impulso sostenido que se ha dado a diferentes iniciativas. Por un lado, la Ley de Cine ha construido prácticamente de cero una industria cinematográfica que ya no es extraña en los grandes festivales de cine, incluidos los Oscares de la Academia. De igual forma el proyecto Economía & Cultura tomó la forma de Grupo de Emprendimiento Cultural, desde donde se ha consolidado una visión que este año tiene a Bogotá como sede de MICSUR.

A nivel Bogotá es importante destacar el papel de la Cámara de Comercio de Bogotá, que a partir de su apoyo al Mapeo de las Industrias Culturales de Bogotá y Soacha en 2002, asumió un liderazgo que hoy con festivales como ARTBOBOMM y BAM, se ha consolidado en la apuesta de Bogotá-Región Creativa dentro la Estrategia de Especialización Inteligente que guiará la ciudad a la economía del conocimiento.

Si bien esta Larga Marcha aún está lejos de concluir, Colombia se acerca a otro importante hito en el camino: La Ley Naranja (aprobada en segundo debate el 16 de junio, faltan dos debates a ser surtidos durante el segundo semestre). Se trata de la primera iniciativa legislativa de su tipo, poniendo a las industrias culturales y creativas en el centro del desarrollo económico y social del país. Preparémonos para apoyar esta iniciativa en su fase final, y construir juntos el país con más y mejores oportunidades creativas de Latinoamérica. Únete a La Ola Naranja y #PasaLaNaranja.

Compartir.

Para poder encontrarnos hay que acercarse Al Centro.