Por Ronald Sáen
@RonaldSaenz

De un tiempo acá he visto la necesidad de hablar de las situaciones que han formado una gran discordia en Bogotá, creo pertinente seguir pensando en modelos que nos duren 20 años, pero si bien hemos sabido, Bogotá y la mayoría de ciudades latinoamericanas tienen cambios sustanciales en muy pocos periodos de tiempo, y las cargas de movilidad tienen que ser así de dinámicas como las mismas coyunturas que se dan.

Aunque los programas de choque no tienen una gran acogida creo fervientemente en que estas deben ir acompañando las actuaciones a largo plazo, por ejemplo para la construcción de la primera línea de metro pesado en Bogotá, el plan de trafico no solo debe ir ajustado a las zonas a intervenir, debe ser un complemento con el resto de la ciudad por que las afectaciones que se van a dar trasladarán al resto de la ciudad.

Así como los planes maestro de movilidad nos dan un mapa de la ciudad, la necesidad de modificar las zonas y sus usos se vuelve una variable para analizar, desde la adopción de usos horarios para identificar las zonas de mas densificación automotriz en la ciudad, hecho que hace que las políticas publicas para así aprovechar estas horas, como la implementación del pico y placa por horas.

Un par de meses atrás viendo la figura de reciclaje, me puse a analizar como la teoría de flujos puede afectar a Bogotá en el tema de movilidad; si vemos un mapa la realidad de Bogotá es que son solo seis vías las que atraviesan de norte a sur la ciudad, pero tenemos una gran red de vías que articulan esta de oriente a occidente, Así bien lo que quiero decir es que si aplicamos esta figura de flujos Bogotá en ciertas horas debería funcionar al unísono de norte a sur y viceversa

EN principio pensé en lo descabellado que podría sonar en poner a rodar casi 400.000 vehículos en un lapso de tiempo corto y si nosotros como bogotános podríamos asumir una carga cultural tan grande muy parecida a lo que pasa por la carrera 7ma, pero a una escala mucho mayor.

Expuesto lo anterior y las necesidades de conectividad Bogotá funcionaria así:

De Sur a Norte: los contingentes orientales asumirían la mayor carga, como son la avenida Caracas-Autopista Norte y la Carrera 7ma.
DE Norte a Sur: Avenida Boyacá Avenida 68 y avenida Ciudad de Cali.
La NQS lo que firmaría seria una especie de transición que amortiguaría la ciudad-

Es de esta forma que la red de calles que atraviesan Bogotá de Oriente a Occidente serían las garantes que dicha articulación, esto es necesario para generar la fluidez necesaria para la generar una pérdida de carga total y que se puede distribuir de manera uniforme en las vías anteriormente mencionadas.

Es así como el “caudal” de vehículos podría canalizarse y direccionarse de norte a sur, estas cargas, mas la movilización de el personal de transito y transporte, entidades adscritas a la Secretaria Distrital de Movilidad y una real articulación de la los planes de manejo de trafico en las obras y contingentes de construcción, podrían garantizar que Bogotá y este flujo puedan movilizar en las horas mas complicadas de movilidad, a los ciudadanos y reducir los tiempos e intervalos de movilidad dentro de los limites Distritales.

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