Por: Carlos Avilán

 

La generación de energía eólica y solar se está expandiendo en todo el mundo a tasas récord. Afortunadamente, los gobiernos están considerando este aspecto en sus políticas públicas (en Colombia la llaman Transformación Energética). 

Permitir que más personas obtengan su electricidad de fuentes limpias y renovables como nunca había pasado, es una gran noticia. Lo más importante es que aún se puede hacer mucho más. Como expliqué en un artículo anterior, la captura y almacenamiento de carbono (CAC) es una de las tecnologías que se pueden aprovechar más.

Al invertir en innovaciones energéticas podemos aprovechar más eficientemente nuestros recursos escasos, lo que ayudará a acelerar la transición de los combustibles fósiles a un futuro de electricidad sin carbono, confiable y asequible. 

La energía limpia es un punto clave; pues la generación de energía eléctrica y térmica es el mayor contribuyente al cambio climático, responsable del 25 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Con energía limpia no solamente podríamos iluminar nuestros hogares, también con esta energía se impulsarían los otros sectores de la economía que producen el 75 % de las emisiones de gases efecto invernadero. Pensemos en carros y autobuses eléctricos, sistemas de calefacción y refrigeración y fábricas de productos donde se utiliza esta energía.  

Entonces, aquí viene la pregunta clave: ¿Qué se necesita para alcanzar la meta de generación de electricidad sin carbono? El primer desafío es el más común y obvio. Se necesita aprovechar el poder del sol y el viento. Gracias a la caída de los precios de los paneles solares, las turbinas eólicas y otras tecnologías, el despliegue de los sistemas de energías renovables es más asequible que nunca.  

El segundo desafío, el que se enfoca en la causa del problema, es el más complejo y del que menos se habla. Necesitamos grandes avances en las tecnologías que nos permitan suministrar energía limpia a las redes eléctricas, incluso durante los días nublados, sin viento y en la noche. Para alcanzar cero emisiones de carbono, debemos encontrar como respaldo una manera de utilizar más fuentes de energía limpia.  No existe una solución única y mágica para este problema.

Lo que se requiere para los próximos años es una combinación diversa y flexible de soluciones y varias herramientas para respaldar la generación de energía acorde a las exigencias del futuro. Algunas de estas soluciones ya existen, otras deben ser más estudiadas.  El almacenamiento de la energía es un desafío enorme, vemos como la tecnología en este campo no avanza al ritmo que quisiéramos.

Por ejemplo, aunque las baterías de ion de litio son cada vez más económicas, su impacto en el medio ambiente es discutible.  Otro camino puede ser la combinación de la tecnología de captura y almacenamiento de carbono (ver artículo: Una tecnología para combatir las emisiones de CO2) junto a la energía nuclear.

Sin embargo, la energía nuclear, a pesar de ser una de las fuentes más eficientes, ha venido frenando su crecimiento por los altos costos de seguridad e inversión que demanda. Aunque las emisiones globales de gases de efecto invernadero aumentaron el año pasado, sigo siendo optimista. A medida que conozco todas las nuevas ideas para enfrentar posiblemente el mayor desafío de la humanidad, tengo la plena certeza de que podemos construir un futuro sin carbono.  

*Miembro Dirección Tecnologías de la Información y Comunicaciones.

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