Por: Juan Baena

El sector del cannabis medicinal y cosméticos se está convirtiendo en una de las alternativas más viables para la reactivación económica en el país debido a la expansión del mercado y la tendencia mundial de crecimiento que se traduce en inversión y generación de empleo.


Fuente:
https://www.dinero.com/edicion-impresa/caratula/articulo/asi-crece-el-prospero-negocio-del-c
annabis-en-colombia/266780

Nadie, ni la pasada Ley de Financiamiento, ni la Reforma Tributaria (Ley de Crecimiento Económico) contemplaron que el país viviría una de las épocas más difíciles en términos económicos durante el 2020 debido a la pandemia. No solo los grandes inversionistas se vieron afectados, también las pequeñas y medianas empresas que no lograron superar la crisis.

Últimamente he venido hablando en mis redes sociales sobre el cannabis medicinal y cosmético, conociendo diferentes puntos de vista por medio de encuestas y publicaciones. Esto con el fin de generar una conversación abierta con la ciudadanía y buscar la mejor solución ante uno de los mercados de mayor proyección para los próximos años.

Mientras en Estados Unidos son ya varios los estados que aprueban el uso medicinal y de consumo adulto del cannabis, aquí nuestros congresistas, en su mayoría, se rehúsan a dar el debate como sucedió el mes pasado y continúan cerrados al prohibicionismo, pero el mundo cambia de perspectiva.

Según Fedesarrollo en el año 2019, el sector productivo del cannabis medicinal y cosmético pasó de alrededor de 100 toneladas de cultivos en el 2015 a un poco más de 400 toneladas en el 2017 a nivel mundial. En Colombia, este panorama no cambia, lo que podría traducirse en generación de
empleo, expansión del mercado e inversión a gran escala, que podríamos estar desaprovechando, de continuar con un terco prohibicionismo sin fundamento científico o mal ponderado.

En el concejo de Bogotá, como abanderado de la innovación y el emprendimiento, estoy trabajando para que la Administración Distrital implemente acciones que contribuyan a no dejar pasar esta oportunidad, con estrategias que busquen la bancarización, el acceso a crédito para pymes y mipymes del sector, implementar campañas de sensibilización tanto a la ciudadanía como a la fuerza pública, debido a la estigmatización del sector que termina perjudicando a los productores, fortalecer las capacidades productivas y desarrollar investigación en innovación dentro del sector de cannabis medicinal y cosmético.

Es evidente que este es un sector con mucho potencial para disminuir la brecha de desempleo en colombia, pues según Fedesarrollo en el 2019 se generaron alrededor de 1500 empleos, se espera que para el año 2025 haya 12.031 y para el 2030 haya 41.748 puestos de trabajo.

Tratar una variedad de problemas médicos se ha convertido en un logro para la sociedad científica, pues luego de varios estudios e investigaciones, se determinó que el cannabis puede tratar algunas enfermedades tales como esclerosis múltiple, artritis, epilepsia, glaucoma, VIH, dolor crónico, la enfermedad de Alzheimer, algunos tipos de cáncer, entre otros.

Esta es una muestra clara de que la marihuana no es la mata que mata, que nos hemos enfocado a regular la marihuana como droga y no como medicina, pues los mayores esfuerzos de la sociedad colombiana ha centrado su interés en el control del abuso como sustancia psicoactiva y poco esfuerzo hemos hecho como sociedad para investigar sus atributos que benefician la salud de las personas.

Por esta y muchas razones, es importante que en Bogotá junto con el departamento de Cundinamarca, trabajen de cara a uno de los sectores de mayor proyección económica del país. Cundinamarca como uno de los mayores cultivadores de cannabis y Bogotá con una gran infraestructura en laboratorios para su procesamiento.

*Columnista Invitado

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