Por: Juan José Ramírez

En Colombia hemos abordado durante los últimos años varias políticas estatales de transformación digital, entre las cuales, se destacan el Plan vive digital del 2010-2014, Plan Vive Digital para la gente del 2014-2018, y el paso de la Ley 1341 de 2009, al regulador convergente de la Ley 1978 de 2019, sin embargo estas políticas y propuestas regulatorias nos han enseñado que debemos abordar la transformación digital bajo una nueva visión integral por factores donde se incluyan a todos los individuos, a todos los sistema legales-económicos y a todos los sectores, sin distinción alguna. 

Ahora el Plan Nacional de Desarrollo-Ley 1955 de 2019, en conjunto con el Conpes de Transformación Digital, el de Comercio electrónico y el de seguridad digital permitirán a todas las entidades solicitar recursos y planificar la transformación digital para convertirse en un estado digital confiable, seguro y ágil, en conjunto con la política TIC 2019-2022 “El futuro digital es de todos”, lo que lo constituye como un factor esencial, pero no el único, ni suficiente. 

De las políticas y estrategias digitales aplicadas destaco que se han desarrollado temas comunes como el aumento de la cobertura y del acceso universal, aspectos de innovación en desarrollo de profesionales, desarrollo de proyectos dirigidos a diferentes comunidades y además se han centrado en digitalizar los tramites del estado facilitando la vida de los individuos, sin embargo los retos aún son inmensos no solo en cobertura sino en la misma digitalización de los tramites, siempre estando presente, el reto de apropiar las tecnologías a todos los ciudadanos y diversos sectores productivos con el fin de generar la confianza suficiente para que la mayoría desarrollemos actividades en la economía digital.

En consecuencia, la transformación digital no solo se debe enfocar en los aspectos señalados por las políticas y estrategias precitadas aclarando que son aspectos acertados y necesarios para aplicar, sino faltaría un elemento por involucrar que es aplicar un manejo e influencia en niveles bajo una nueva visión de un modelo unificador tanto del sector público, sector privado y todos los individuos que debe comprender por lo menos 5 factores: 

Estos factores son necesarios de manejar e influenciar para aplicar una real y productiva transformación digital, de manera unificada ya que “Todos somos seres Humanos y ahora tenemos derechos humanos digitales” lo que hace imperativo describir estos niveles a manera de comprensión y el impacto que tienen en las transformaciones humanas.

Por ejemplo, la transformación digital en el individuo que observamos debido a que la tecnología interviene en nuestros hogares, educación, trabajos, preferencias comerciales, decisiones personales e incluso en los vínculos sociales, y surge la necesidad de preguntarnos: ¿Si los derechos ya reconocidos a los humanos en todas las eras históricas son suficientes para el futuro de la protección de los individuos en la cuarta revolución industrial? 

Gran dilema verdad, al plantearnos la discusión de si los derechos humanos digitales deben ser estáticos-regulados o dinámicos-sin regular, para lo cual la cuarta revolución industrial, acorde a sus principios nos da la opción de proponer una dinámica de no regulación acorde a los nuevos hechos y tecnologías que se presentan, al ser siempre más rápidos que la regulación,  pero si dejando presente que deben existir principios generales de protección como los derechos digitales de todos con nuestros datos, el cual adopta un mayor realce por el crecimiento de dispositivos y ahora de aumento en la velocidad, a través de las redes de 5G o el de desconexión digital de nuestros trabajos y redes sociales.

Respecto al nivel de las industrias y sistema laboral, es imperioso no solo la preparación de todos frente a los retos de la transformación digital,  sino el incentivo a aspectos de transformación digital como la programación y el uso efectivo de la innovación en todas nuestras tareas; no es suficiente prepararnos para utilizar Excel o reuniones virtuales, o pensar en negocios netamente tradicionales, sino se desarrolle un programa sistemático de los aspectos de la programación, innovación real e impulso a la creación de contenidos digitales, incluyendo negocios realmente disruptivos y diferenciadores a los mercados que conozcamos como productivos en la actualidad.

En el nivel educativo y en el nivel de política pública, es primordial que se consagre como derecho esencial que se promulguen políticas y medidas que eliminen barreras en la adopción de tecnologías, logrando impulsar la digitalización de los sectores productivos en beneficio de los usuarios e incentivando la obligatoriedad de implementar la programación en todos los niveles educativos y carreras técnicas y profesionales. 

Paralelamente en el nivel de la sociedad es fundamental crear métodos e inversiones significativas que incentiven el desarrollo, promoción y uso de tecnologías como las redes 5G, big data, blockchain, Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas entre muchas otras generando la necesidad de formarnos para conocer el entorno digital, pues de lo contrario no aprovecharíamos los servicios, ni las ventajas de estas tecnologías en sectores tan esenciales de nuestras vidas; conocer y aplicar estas tecnologías seria validar la protección efectiva de los derechos digitales.

Los niveles antes citados y su impulso en la nueva visión de transformación digital es primordial para la protección de los individuos digitales en un futuro y sus derechos, pero recalco como esencial es que la nueva visión de la transformación digital se trace siempre por niveles y que comprendan como mínimo los aquí señalados al ser los ejes de nuestros cambios históricos significativos.

*Director Tecnologías de la Información

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