El nuevo acuerdo de la OPEP+ y la ilusión de un mundo nuevo después del COVID-19

El nuevo acuerdo de la OPEP+ y la ilusión de un mundo nuevo después del COVID-19

Por: Jaifa Mezher Arango

Después de varios días de negociación, y de varios meses sufriendo por el desplome de los precios del barril de petróleo, el sábado 11 de Abril se firmó la nueva alianza de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que concluyó con un acuerdo de recortar 9.7 millones de barriles por día empezando en mayo. Pero, ¿Qué significa este acuerdo para el mercado mundial del petróleo?

Aquí me gustaría recordar algo que ya he mencionado antes. El precio del barril del petróleo es puesto por su mercado mundial, por el movimiento de oferta y demanda. Por esto, este mercado puede ser muy volátil y existe muy poco margen de maniobra que pueda protegerlo de esa volatilidad. (Explico un poco más sobre esto en una Nota al final)

Estos precios, que desde comienzos de 2019 venían cayendo como consecuencia de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, se vieron afectados aún más por una caída de la demanda de petróleo como consecuencia de los cierres por cuarentena causados por el COVID-19, y se terminaron de ir al piso en marzo gracias a la lucha de poderes entre los dos productores de petróleo más grandes del mundo: Rusia y Arabia Saudita.

Este fue el mix de una tormenta perfecta: había un aumento en la producción de petróleo en un mundo sin demanda. Es decir, el precio, que entre marzo y principios de abril llego a estar por debajo de los $20USD el barril, y que en cualquier otro momento hubieran sido muy atractivos para los compradores, se enfrento a un mundo en donde no había quien comprara petróleo ni si quiera para guardarlo, ya que hasta los puntos de almacenamiento estaban, y aún estan llegando a su limite.

Por eso, este acuerdo al que ha llegado la OPEP es importante porque significa un esfuerzo ampliado y coordinado por reducir la producción de petróleo con el fin de disminuir su oferta y con esto, buscar estabilizar el precio del barril e incluso intentar subirlo. Aquí digo que el esfuerzo es “ampliado” ya que vincula a países que actualmente son miembros de la OPEP, y a otros países como Rusia, Kazajistán o México, que no lo son, hecho por el cual el acuerdo se llama OPEP+. Así mismo, el esfuerzo es “coordinado” ya que es el resultado los acercamientos diplomáticos de Arabia Saudita, líder natural de la OPEP, y del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Esto último es importante porque Estados Unidos no es miembro de la OPEP y los productores de petróleo en este país no son empresas nacionales (como es el caso de los miembros de OPEP), sino que son empresas privadas que se estan viendo gravemente afectadas por el desplome del precio del barril.

Hoy por hoy el efecto de las negociaciones no se ha visto reflejado en el precio del barril. Existe la ilusión de que el efecto se vea desde mayo que comienza a regir el acuerdo, o antes si la OPEP interviene para pedir la interrupción de la producción por el desplome a precio negativo del barril del petróleo. Por esto, de que el acuerdo funcione o no, depende de la voluntad de los países productores y de que cumplan con el corte de la producción acordado. Y ¿qué mayor incentivo para cortar producción que los precios negativos del barril? Mientras los países están en cuarentena, y mientras las economías estén cerradas, no va a haber demanda de petróleo. Y sobre este tema ¿Qué mayor incentivo para cortar la producción que no tener quien te compre?

Para quienes se preguntan cómo funciona este acuerdo, de mayo a junio los países han acordado la reducción de un 23% de la producción, con base en los niveles de producción de 2018 y de julio a diciembre del 2020, un 18% de reducción que significan 7.7 millones de barriles al día. Después de diciembre de este año, se espera una reducción de 5.8 millones de barriles al día hasta Abril del 2022, mientras se recupera la demanda…si es que regresa.

¿Qué lección nos deja esta crisis? Para un país como Colombia en donde diferentes Gobiernos han venido discutiendo sobre la importancia de diversificar la economía y desligar el ingreso nacional de la explotación de hidrocarburos, esta crisis es una oportunidad de empezar a pensar cómo lograr esto. Ahora más que nunca, y hacia futuro, una gran lección es no tener todos los huevos en una misma canasta.

¿Qué podemos esperar a futuro?

  • Un muy lento regreso a la dinámica económica, política y social en la que nos encontrábamos antes de la pandemia, y con esto mucha incertidumbre sobre el uso del petróleo en este nuevo mundo;
  • Nuevas necesidades económicas, que van a exigir una forma alternativa de actuar por parte de la OPEP. Sobretodo, se van a necesitar mecanismos que garanticen el cumplimiento del actual acuerdo alcanzado entre mayo y diciembre del 2020, y que se mantenga este acuerdo una vez se abran los mercados globales;
  • Planteamientos económicos y políticos que podrían incluso ser jalonados por un nuevo gigante en el orden internacional, China; y
  • Finalmente, para las fuentes tradicionales de energía como el petróleo, nuevos mercados no tradicionales que los reciban, o su decadencia.

NOTA: A mí me gustaría aprovechar esta nota y explicar algo que me ayuda a entender sobre los precios del barril del petróleo y es que hay un mercado físico y hay un mercado financiero del barril. El mercado físico es el que involucra la infraestructura de extracción y el transporte, por ejemplo. El mercado financiero es donde se comercializa la venta del barril a precios spot o a precios futuro. Es decir que se comercializa el petróleo a lo que se podría comprar hoy pagando de contado o a cómo se comercializa pagando por su valor en una segunda fecha, contra entrega del producto. El precio del barril a futuro fue el que cayo a USD$-40.

*Directora de Geopolítica del Sector Energético 

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«El 83% de las personas quieren oír a los científicos en la crisis, no a los gobernantes»

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Daniel Quiroga, director de Asuntos Públicos evalúa la comunicación y el manejo que ha dado el Gobierno a la crisis del COVID-19.

El nuevo acuerdo de la OPEP+ y la ilusión de un mundo nuevo después del COVID-19

COVID-19 se suma a los grandes retos de la reincorporación exguerrillera.

Todas las poblaciones alrededor del mundo están viviendo la emergencia generada por el Covid-19 y las personas excombatientes de las antiguas FARC-EP no son la excepción. De cara a esta coyuntura, líderes e integrantes de los equipos técnicos de los proyectos productivos de los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Icononzo en el Tolima, Pondores en la Guajira y Colinas en Guaviare1 consideran que la pandemia pone en riesgo la toma de decisiones colectivas de las cooperativas de los proyectos productivos, así como su comercialización. Para ellos y ellas, la emergencia también puede generar que estas iniciativas pasen a un segundo plano en la agenda de la cooperación internacional, dado que su mirada está girando hacia las necesidades en la atención de la salud.

La continuidad del funcionamiento de estos proyectos productivos es la piedra angular en el proceso de reincorporación económica de esta guerrilla, tal y como quedó establecido en el Acuerdo Final de Paz. Estas iniciativas han pasado diferentes etapas en la superación de barreras de formulación, financiación, acompañamiento técnico e incluso de administración.

Después de enfrentar estos retos y dificultades, en los ETCR se han logrado estructurar proyectos de carácter colectivo como tiendas comunitarias, cultivos de guayabas, sastrerías, crías de ganado vacuno y porcino, así como granjas agrícolas, entre otros. El informe más reciente del Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, destacó la aprobación de 1.255 proyectos productivos individuales y 52 proyectos productivos colectivos, estos últimos benefician a 2.544 exguerrilleros, incluidas 695 mujeres.

A raíz del COVID-19, los ETCR consultados, al igual que la mayoría, han tomado medidas para la seguridad y salud de los habitantes, incluyendo los integrantes de los proyectos productivos, como el distanciamiento social y la prohibición de reuniones con un número mayor a cinco personas. Al mismo tiempo, han adelantado una pedagogía entre sus habitantes frente a la higiene para la prevención de este virus. Respecto a las personas que no habitan los ETCR, han fijado una restricción de su ingreso. En los casos en que sea imprescindible que entren a estos espacios, se ha designado a un equipo de personas para que laven y desinfecten a los no residentes.

“Desde la junta de acción comunal que tenemos en nuestra comunidad, se han tomado medidas como la restricción de entrada de personal externo a la comunidad. Quienes sean miembros de la comunidad y tengan que cumplir tareas agropecuarias pueden entrar con un previo procedimiento de limpieza. Está prohibido el libre esparcimiento por la crisis sanitaria en cantinas, placa polideportiva, parque y demás zonas comunes. Frente al abastecimiento, nos unimos a la orientación del gobierno departamental en que las personas del campo van a San José a mercar únicamente los sábados”.
                                                 -Olga Flórez lideresa exguerrillera en el departamento del Guaviare.

Además del bienestar de los ETCR, lo que más preocupa a los excombatientes líderes e integrantes de los equipos técnicos de los proyectos productivos de los ETCR entrevistados son los retrasos que ha implicado la actual coyuntura en la toma de decisiones colectivas desde las cooperativas para los proyectos productivos, las labores de trabajo colectivo y la comercialización, en tanto eslabones de su cadena de valor han detenido o retrasado sus operaciones.

También, surge la inquietud frente al lugar de los ETCR en la agenda pública. Debido al gran problema de salud pública, se teme que tanto los presupuestos y agendas de Gobierno como de la cooperación internacional se transformen, lo que podría generar grandes retrasos en la reincorporación económica y, por esta vía, en la puesta en marcha del acuerdo de paz.

“Consideramos que la actual emergencia sanitaria afectara la implementación de los acuerdos en su conjunto. En materia de recursos, indudablemente la cooperación internacional enfocara sus prioridades y esfuerzos en temas como salud, infraestructura hospitalaria, entre otros, pasando el apoyo de la implementación de los acuerdos y la construcción de paz en Colombia a un segundo o tercer lugar”.
Integrante equipo técnico de proyectos productivos ETCR de Pondores en la Guajira.

Si los ETCR dejan de ser un punto prioritario de la agenda pública, se corre el peligro que se ahonden los retos más titánicos de los proyectos productivos, que no se habían superado antes de la pandemia, siendo el de la propiedad de la tierra y la seguridad los más representativos.

La propiedad de la tierra es un desafío que no se escapa a la problemática del campo en Colombia: una muy deficiente titulación, sumada a la problemática jurídica de un número considerable de predios. Si bien se está en el camino de establecer los ETCR como centros poblados y se ha planteado la iniciativa aún embrionaria de priorizar los predios donde se desarrollan los proyectos productivos en el catastro multipropósito, se evidencia que algunas de estas tierras presentan líos jurídicos e incluso la gran mayoría no son propiedad de las mismas cooperativas.

En cuanto a la seguridad de excombatientes, incluyendo integrantes activos de estos proyectos productivos, el asesinato de más de 190 también causa temores e incertidumbre del desenlace de los proyectos, la reincorporación y el mismo acuerdo de paz, pues sin ser en este caso una verdad de perogrullo, sin vida no hay proyectos, sin proyectos no hay reincorporación y sin reincorporación no existe la paz.

Sin duda, los proyectos productivos han permitido contribuir con la reconciliación y reconstrucción del tejido social de la vida que caracteriza estos territorios, y como parte de la política pública de reincorporación, se busca que estas iniciativas le aporten al desarrollo territorial, que también puede abarcar la formación técnica y complementaria conectada con estos proyectos. Todo esto solo se puede lograr a partir de la vinculación activa de la comunidad campesina en los proyectos, lo que ha sido una premisa de las personas excombatientes desde la formulación y la implementación de las iniciativas productivas.

“Ha sido muy interesante la compenetración con la gente de la región. Especialmente en algunos momentos de la producción agraria, el campesinado ha estado vinculado. El apoyo ha sido muy grande y también el estímulo de la gente de asociarse a procesos cooperativos.”
                  Isabela Sanroque, Excomandante del Bloque Oriental de las FARC-EP.

Para proteger los logros ya alcanzados por los proyectos productivos y evitar que se profundicen los retos que existían previamente a la emergencia por el Covid-19, es imperativo que el Gobierno Nacional y la cooperación internacional, particularmente la segunda misión de verificación de las Naciones Unidas, construyan un nuevo plan que contemple la continuidad de estas iniciativas en medio de esta coyuntura sin precedentes en el país y el mundo.

1 Para el ETCR Jaime Pardo Leal ubicado en la vereda Las Colinas del municipio de San José de Guaviare participó Olga Flórez Cedeño, quien se desempeña como el punto focal de genero de Farc, es Tesorera de una de las cooperativas, responsable técnica del cultivo de guayabas, entre otros cargos que desempeña. Para el ETCR Antonio Nariño ubicado en Icononzo en el departamento del Tolima, participó Isabela Sanroque quien por temas de estudio se ha radicado en Bogotá. Y para el ETCR de Amaury Rodríguez ubicado en Pondores en la Guajira, participó un miembro de su equipo técnico de proyectos productivos. 

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«El 83% de las personas quieren oír a los científicos en la crisis, no a los gobernantes»

«El gran valor de una marca es que sea reconocible, memorable»

Héctor Manrique, nuestro director de Publicidad nos cuenta en esta nueva entrevista qué inspiró el diseño de la nueva imagen de AlCentro.

 

El nuevo acuerdo de la OPEP+ y la ilusión de un mundo nuevo después del COVID-19

Ojo con las cuentas alegres

Por: John Jairo Ocampo 

-¿A cuántas cuotas señor?

Difiérala a lo máximo, las 48 cuotas que permite el banco

-¿Seguro?

Sí no importa. Igual no sabemos qué va a pasar. Si esto se arregla púes miramos como pagamos y si esto sigue mal pues tendremos que esperar que el Gobierno o el banco nos ayude.

Esta conversación entre una cajera y un comprador en un supermercado de Bogotá deja mucha preocupación sobre la forma como el ciudadano está pensando manejar su situación personal o familiar en medio de la crisis

Este es el momento de la prudencia. Además de cuidar la salud es necesario cuidar el bolsillo y saber cómo financiar los gastos hacia un futuro con el horizonte lleno de nubarrones.

No deja de ser preocupante que en la mente del colombiano esté la idea que el Gobierno o los bancos arreglarán todos los problemas. Eso es una forma peligrosa de ver las cosas y podría terminar generando una situación más compleja en el futuro.

Una vez superado el riesgo de un contagio masivo de Covid-19 y que estemos lejos de situaciones como las de Estados Unidos, Italia, o España, la normalidad demorará en aparecer, no estará a la vuelta de la esquina.

Es cierto que esta emergencia sanitaria nos va a llevar a una crisis social y económica de inmensas proporciones. Ya el Fondo Monetario Internacional, FMI, sentenció que el mundo enfrentará un desequilibrio peor que el de la Gran Depresión de 1929.

También es cierto que esta situación nos golpeará a todos, pero lo que no puede pasar es cruzarnos de brazos y esperar que alguien arregle los problemas.

Es necesario que los colombianos entiendan que no habrá fórmulas mágicas, después de que se levante la cuarentena, para superar todos los daños causados.

Pueda que se vea un alivio en la curva de contagios, pero hacia adelante se acentuarán los problemas macro y microeconómicos. Los esfuerzos, sin descuidar la salud, estarán en la reconstrucción de la azotada economía. ¿Cómo recuperar los empleos destruidos? ¿Cómo se recuperarán los bancos del aumento que tendrá la morosidad? ¿Cómo recuperarán su ingreso los trabajadores informales? ¿Los emprendedores cómo recuperarán su dinámica de negocios?

Es una equivocación, para el manejo de las finanzas personales, dejar de pagar las cuotas de los créditos, pedir refinanciación, no pagar los impuestos o no cumplir con las obligaciones cuando no se ha perdido el empleo y se mantiene el ingreso.

Según el estudio, “Vulnerabilidad del empleo a la emergencia de COVID-19 en Colombia”, realizado por la Universidad de los Andes, en el país hay cerca de 12 millones de trabajadores de sectores pocos vulnerables a ser afectados por cuenta de las restricciones que ha conllevado la emergencia por la pandemia.

Estos sectores son el agrícola y ganadero, el comercio al por menor de bienes básicos, empleados públicos, trabajadores del sector de la salud, educación y comunicaciones.

Así las cosas, tenemos que ser conscientes que no todos deben estar sentados esperando a ver cómo me cuelgo de las ayudas o dejo de pagar obligaciones esperando los beneficios que de manera desordenada ha adoptado el Gobierno. En otras palabras, aquí no aplica el dicho de las abuelas “al lado del enfermo come el alentado”.

Si se tiene con qué pagar no es buena opción diferir cuotas de créditos o pagos de tarjetas. Tampoco dejar de pagar los servicios públicos y mucho menos dejar de aportar a la pensión.

Quienes aplacen sus cuotas teniendo la capacidad para pagarlas, incurren en un error, pues eso no significa que se las dejen de cobrar. Seguro que les pasarán la cuenta más adelante y quizás con intereses y condiciones más onerosas

Tampoco es viable jugar con la estabilidad del sistema financiero. Lo que está en los activos de los bancos es el ahorro de millones de colombianos. Es necesario ser cuidadosos y tampoco sentarse a esperar cómo la entidad financiera ayuda, así no lo necesite.

Mientras se pueda, hay que mantener al día sus obligaciones y dejar que las ayudas lleguen primero a los que verdaderamente lo necesitan.

Tampoco deben sentarse a esperar los medianos y grandes empresarios, ni los bancos a que el Gobierno les tienda la mano. Es muy común escuchar a voceros de empresas y entidades financieras pidiendo que sea el Estado el que los ayude por vía de más beneficios tributarios o líneas especiales.

No todos necesitan apoyo. Las micro, pequeña y los emprendedores se están asfixiando por falta de caja y necesitan la mano tendida no solo del Ejecutivo, también de los bancos y de los proveedores. Escuchar a los dueños de grandes empresas pidiendo beneficios da grima y más cuando se revisan los balances que arrojan billonarias utilidades en 2019

Así como el Gobierno tendrá que reorientar gastos y de pronto aplazar grandes proyectos para reorientar los recursos hacía el apoyo de los que más necesitan, las grandes empresas y las entidades financieras deben hacer un esfuerzo y sacrificar parte de la repartición de utilidades para sostener sus nóminas e inyectar el capital necesario para reactivar su empresa, su sector y el país entero. Hay que reinvertir en su capital humano que por años ha multiplicado sus beneficios.

¡La crisis toco a todos, pero no todos deben esperar qué les darán!

#ConTodoRespeto:  La avalancha de anuncios y la poca pedagogía realizada por el Gobierno y los propios medios de comunicación, hace creer que muchos ciudadanos no entienden y por eso la gran mayoría creen que la opción es sentarse a esperar.

(*) Periodista especializado en economía y director de Medios de Comunicación y Opinión Pública. 

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