Los números lo confirman: el comercio electrónico en Colombia mantiene su impulso

Los números lo confirman: el comercio electrónico en Colombia mantiene su impulso

Por: María Fernanda Quiñones 

El comercio electrónico constituye hoy un importante motor de crecimiento económico, especialmente para los países en vía de desarrollo como Colombia. Desde el punto de vista de los consumidores, incrementa el bienestar de los individuos en tanto permite el acceso a más y diversos bienes y servicios. Respecto de las empresas, el eCommerce amplía los mercados, reduce la intermediación, disminuye costos operativos y barreras de entrada, e incrementa la competitividad y la eficiencia empresarial.

A lo largo de 2020 tanto empresas como consumidores pudieron experimentar estos beneficios del canal digital y su consolidación como dinamizador de la economía nacional, rol que el sector continúa desempeñando en el proceso de reactivación económica actual. Según el más reciente informe del comportamiento del comercio electrónico en Colombia durante el segundo trimestre de 2021, que realizamos en la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE), el sector en el país mantiene su impulso y la tendencia de crecimiento observada en el primer trimestre del año.

Entre las cifras analizadas, se destaca el aumento en el total de ventas en línea realizadas en abril, mayo y junio de 2021, que alcanzaron los COP 9.95 billones, es decir, se presentó un incremento de 54.9% respecto al mismo trimestre de 2020. 

Al comparar este dato con el del primer trimestre de 2021, podemos identificar un aumento de 16% en las ventas hechas a través de eCommerce, resultado del traslado de las transacciones del canal físico al digital por cuenta de los cierres ocasionados por el paro nacional, el desarrollo de jornadas de ventas en línea como HotSale® y Cyberlunes®, y la recuperación de varios sectores.

Durante el segundo trimestre del año, observamos que las categorías de servicios financieros, otros servicios y tecnología presentaron variaciones positivas en comercio electrónico. Como también lo hizo el sector del turismo, que pasó de tener una participación de 3.4% en enero de 2021 a 6.9% en el mes de junio. Por otro lado, el sector del entretenimiento contribuyó al buen desarrollo de la industria con una variación de 206.4% en junio de 2021, gracias a la reapertura de cines, teatros y otros espacios culturales. 

De igual modo, atribuimos la dinámica creciente en el valor de las ventas en línea a las jornadas de descuentos online que desde la CCCE y con El Tiempo Casa Editorial llevamos a cabo en marzo y junio de 2021. Por una parte, HotSale® alcanzó ventas en línea cercanas a los $368.9 mil millones de pesos del 24 al 26 de marzo, en tanto Cyberlunes® logró ventas por medio de eCommerce de aproximadamente $457.9 mil millones de pesos del 21 al 23 de junio. 

Otro de los hallazgos que vale la pena mencionar es el ticket promedio del segundo trimestre del año, que se situó en COP 109.306, una cifra 8% menor a la de enero de 2021, momento en el que el indicador fue de COP 122.820. Esto significa que los colombianos han cambiado sus preferencias desde la pandemia de Covid-19, dejando de lado los bienes suntuosos para comprar cada vez más productos de menor valor a través de Internet. 

El comercio electrónico, sector que promete crecer 16% en 2021 según estimaciones que realizamos en la CCCE, ha venido a establecerse como un dinamizador de los intercambios económicos cotidianos de las personas. Para favorecer esta tendencia y contribuir con la reactivación económica después de la crisis sanitaria, es necesario trabajar en la inclusión financiera, la digitalización y la confianza del consumidor en las transacciones digitales. Solo de este modo, la industria del eCommerce continuará capitalizándose en el país y aportando al desarrollo de Colombia.

*Columnista Initada – presidente ejecutiva de la CCCE.

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Los números lo confirman: el comercio electrónico en Colombia mantiene su impulso

La importancia de la analítica en el eCommerce

Por: María Fernanda Quiñones 

La analítica cobra especial relevancia en la industria del comercio electrónico gracias a su pertinencia para identificar las tendencias y los cambios en el comportamiento de los consumidores. Lo que permite a su vez, adoptar estrategias para aumentar el rendimiento de las ventas en línea.

Previo al inicio de 2021 se predecía que la analítica sería una de las tendencias del comercio electrónico para el año. El pronóstico ha sido acertado. La analítica se ha convertido en una herramienta cada vez más importante para las empresas y marcas con presencia en Internet, debido a su potencial para comprender los hábitos de compra de los internautas y facilitar la toma de decisiones basadas en datos.

De acuerdo con eMarketer, empresa de investigación de mercado, aunque los consumidores son cada vez más entusiastas al realizar sus compras en línea, el sector presentará un desaceleramiento sustancial en 2021 a causa del regreso paulatino al comercio físico. Según cifras de su reporte “Global Ecommerce Update 2021”, el comercio electrónico mundial se acercará a los $5 billones este año. En Colombia, el crecimiento anual será de 16% comparado con 2020, según estimaciones que realizamos desde la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE).

Para mantener estas perspectivas de crecimiento, la analítica es fundamental. Estas son algunas de las maneras en las que puede impactar al sector del comercio electrónico:

Facilita el conocer al cliente: Los datos capturados permiten conocer quiénes son los clientes, cuáles son sus hábitos de consumo, entender qué desean, los productos que les interesan, sus búsquedas en Internet y cómo conectar con ellos, información de valor en las estrategias de comercialización y comunicación.

Mejorar la experiencia del cliente: A través de la medición y el análisis de los patrones en los datos es posible detectar brechas en las etapas del proceso de compra (descubrimiento, adquisición, conversión y retención) para solucionar los inconvenientes.
Ofrecer experiencias de compra personalizadas: La información obtenida a través de la analítica brinda a las empresas una visión del comportamiento histórico de cada uno de sus clientes. Estos datos favorecen la personalización a escala del proceso de compra, una estrategia que aumenta de 10% a 30% los ingresos y satisface al cliente a largo plazo de acuerdo con una investigación de la consultora en gestión estratégica, McKinsey & Company.

Evaluar los índices de satisfacción del usuario: Tras la implementación de diferentes estrategias, la analítica posibilita entender el nivel de complacencia del cliente con los cambios y adaptar las tácticas en pro de una mayor satisfacción.

Realizar ofertas diferenciadas: Basados en algoritmos predictivos, las empresas pueden recomendar productos y contenidos de valor para cada usuario, mejorando su “engagement” con la marca, en lugar de saturarlos con mensajes y ofertas poco relevantes.

Gestionar eficientemente la cadena de suministro: Predecir la demanda de productos es otra de las ventajas que ofrece la analítica. Analizar los datos demográficos, los patrones de compra e, incluso, las fechas especiales para el comercio es esencial para planificar y administrar el inventario eficientemente, cumpliendo con las expectativas del cliente.

El comercio electrónico es una industria que evoluciona rápidamente con los cambios en los comportamientos de los consumidores y las tecnologías emergentes. Es por ello que la analítica se convierte en un elemento indispensable para reunir datos en tiempo real que favorecen la toma de decisiones en las diferentes etapas del proceso de compra.
Debemos entender la analítica como un aliado para el sector, que transforma el modo en el que opera el comercio electrónico y le ayuda a definir estrategias inteligentes según los cambios del mercado y los nuevos hábitos de consumo.

*Columnista Invitada – Presidente ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico

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El comercio electrónico en Colombia: pieza clave para mantener activa la economía

Por: María Fernanda Quiñones 

Ha transcurrido poco más de un año de pandemia en Colombia desde el primer caso de Covid-19 detectado en el país en marzo de 2020, las medidas adoptadas para contener la propagación del virus y las acciones para hacer frente a la emergencia sanitaria. En retrospectiva, la incertidumbre ha sido una de las sensaciones que ha primado desde entonces: incertidumbre por la capacidad del sistema de salud, por el tiempo que duraría la crisis y por los efectos que inevitablemente tendría sobre la economía nacional.

En medio de este panorama, el comercio electrónico se posicionó como la opción para mantener abastecidos a los hogares, continuar con las actividades económicas a través del canal digital y propulsar los mercados. Durante estos meses se evidenciaron cambios en los hábitos de consumo de los colombianos y una aceleración en los procesos de transformación digital de las empresas, lo que llevó al sector a crecer 30.6% en términos de ventas realizadas a través de eCommerce en comparación con 2019, según el informe del comportamiento del comercio electrónico en el país en 2020 desarrollado por la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE).

A pocos meses de haber iniciado 2021, es oportuno revisar cómo se ha comportado el comercio electrónico en el país, industria que se espera crezca este año 16%, a un ritmo moderado si lo cotejamos con el año anterior.
Hasta el momento se mantiene el impulso del comportamiento del sector observado durante 2020 de acuerdo con cifras del más reciente informe de la CCCE. El total de ventas en línea para el primer trimestre de 2021 fue aproximadamente de 8,56 billones de pesos, lo que se traduce en un aumento del 44,3% respecto al primer trimestre de 2020 y de un 72% respecto al mismo trimestre de 2019.

Durante enero, febrero y marzo de 2021 destacaron categorías como servicios, servicios financieros y servicios públicos e impuestos. Por su parte, la categoría de turismo mostró signos de recuperación en ventas a través de comercio electrónico con una participación de 3,4% durante enero, 3,73% en febrero y 3,66% en marzo de 2021. Cifras alentadoras tras un 2020 en el que el sector experimentó una gran contracción.

El año en el que surgió la pandemia fue la oportunidad para que nuevos usuarios se sumaran al comercio electrónico y realizaran por primera vez compras a través de Internet para adquirir bienes y servicios cotidianos. Quienes ya eran usuarios del canal digital intensificaron sus compras por este medio y adquirieron productos de menor valor. De este modo, la compra de bienes suntuosos pasó a un segundo plano, tendencia que continuó en el primer trimestre de 2021.

El ticket promedio trimestral de las ventas en línea se situó así en $119.195 pesos, representando una reducción de 10% respecto al último trimestre de 2020 y una disminución de 19,2% respecto al primer trimestre de 2020. Esto pone en evidencia un cambio que prevalece en los usuarios de comercio electrónico en el país: el uso de los canales digitales para adquirir bienes y servicios de primera necesidad.

Si bien, el crecimiento del comercio electrónico se ha mantenido en los primeros tres meses de 2021, no muestra repuntes como sí lo hace el índice del comercio minorista, lo que puede relacionarse a la apertura del comercio tradicional y el regreso de parte de las transacciones hechas por Internet al canal físico.

Sin embargo, el aumento en las ventas en línea y en el número total de transacciones digitales, que se han incrementado un 78,7% frente a lo observado en el primer trimestre de 2020, demuestra una mayor adopción del comercio electrónico en 2021 que en años previos, resultado de los cambios inspirados por el miedo al contagio que aún persiste y por una mayor confianza en el sector.
La recuperación económica del país promete ir a paso mesurado. En este proceso, el comercio electrónico es clave al responder a las necesidades de la población en tiempos que siguen siendo de incertidumbre, en tanto se supera la crisis sanitaria y la cotidianidad se acerca a los años sin Covid-19.

La industria ha vivido hasta el momento un buen 2021, con crecimiento y proyecciones favorables. Para continuar por este sendero, las políticas públicas y el abordaje de los desafíos del sector deben ser oportunos para que empresas de todos los tamaños accedan al comercio electrónico y tengan una oportunidad en la digitalización.

 

*Columnista Invitada –  presidente ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE)

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Desafíos del comercio electrónico en 2021

Por: María Fernanda Quiñones

El covid-19 fue el punto de quiebre del comercio electrónico en Colombia y alrededor del mundo. Desde su propagación en 2020, el sector vivió un crecimiento acelerado, pues los comercios desplegaron sus operaciones a través del canal digital para responder a las necesidades de los ciudadanos en medio de la crisis sanitaria y los confinamientos. Situación que demostró la importancia del comercio digital para los hogares y la economía, así como los desafíos de la industria. 

Tras las cifras históricas en comercio electrónico que nos dejó el 2020, entre ellas ventas por encima de los $20 billones según proyectó Forbes y un crecimiento de aproximadamente 25% al cierre del año de acuerdo con la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, es tiempo de reflexionar sobre los retos que el eCommerce afronta en 2021:

Mejorar la confianza del consumidor para hacer transacciones digitales: La preocupación por la seguridad de los datos personales y bancarios al realizar transacciones digitales es constante. Aunque la pandemia representó una oportunidad para que numerosos compradores se animaran a adquirir productos por primera vez a través de Internet, disfrutando una experiencia satisfactoria, aún falta confianza en el sector para atraer a nuevos usuarios de eCommerce. 

Hacerle frente a este desafío es un trabajo conjunto. Por una parte, los comercios electrónicos deben invertir en mecanismos y tecnologías para proteger la información de sus usuarios. En tanto los consumidores necesitan apropiar buenas prácticas al comprar en canales virtuales para evitar posibles fraudes. Pasos simples como revisar si en la página web de un comercio hay un candado antes del HTTP, indicando que el sitio web es seguro, hacen la diferencia. 

Acceso limitado al sistema financiero: La inclusión financiera es determinante para el buen desarrollo del comercio electrónico y otras actividades económicas del país. Uno de los medios de pago más utilizados en eCommerce es la tarjeta de crédito, medio con el que cuentan pocos colombianos. De acuerdo con cifras de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, en 2019 tan solo el 27% de la población adulta había adquirido este medio de pago, lo que impacta los procesos de digitalización.

Frente a esta realidad, otras alternativas de pago están tomando fuerza. Es el caso de las billeteras virtuales y el pago a través de códigos QR. Y es que los hábitos del consumidor han cambiado. Ahora es más conveniente y práctico realizar pagos de manera digital, así lo confirmó el último estudio de Visa sobre tendencias de pago en el que 78% de los encuestados se mostró interesado en utilizar tecnologías de pago online o sin contacto para futuras compras. 

Logística eCommerce: La cadena de valor del comercio electrónico integra diversos eslabones, todos ellos igual de importantes. En relación a la logística hay un gran desafío: responder a las expectativas del nuevo consumidor, un usuario digital que suele realizar compras y transacciones online de bienes básicos y/o suntuosos, que valora las alternativas rápidas de entrega y que desea mantenerse en contacto con quien lleva su producto y calificar su experiencia.

Ante estas demandas, fortalecer la logística en comercio electrónico a través de estrategias de última milla y economías colaborativas es una prioridad.

Poca cobertura en conectividad nacional: La conectividad es un requisito para impulsar la economía. El panorama en el país está marcado por una gran brecha entre las ciudades principales y las regiones apartadas como Vaupés, Vichada, Amazonas, Guaviare, Guainía, Putumayo, San Andrés, La Guajira y Cauca, que para 2019 contaban con 5 o menos accesos por cada 100 habitantes. 

Si bien se ha avanzado en el tema de conectividad, aún hay esfuerzos por hacer en conexiones fijas y móviles. Según la Confederación de Cámaras de Comercio (Confecámaras), en el 65% de los departamentos de Colombia la suscripción a Internet es del 10%. Estas carencias en acceso a Internet impiden la digitalización y el acercamiento de miles de colombianos a las oportunidades que ofrece el comercio electrónico.

Para que el crecimiento del eCommerce sea sostenido y continúe aportando a la competitividad y a la economía del país una vez la coyuntura acabe, debemos enfocarnos en las tareas pendientes, en brindar herramientas para hacer de la comercialización en Internet una experiencia agradable y segura, y en trabajar de manera conjunta, como sociedad, para articular los factores que nos llevarán a una economía digital e incluyente.

*Columnista Invitada

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La apuesta por el comercio electrónico transfronterizo

Por: María Fernanda Quiñones

Aunque Internet, las tecnologías y los dispositivos móviles se popularizaron hace más de dos décadas, los años más recientes han consolidado su uso e importancia. La era digital, fortalecida por la pandemia del COVID-19, ha permeado todas las actividades del hombre. Ahora más que nunca se habla de teletrabajo, telemedicina, educación virtual y comercio electrónico.

El sector del comercio, como muchos otros, tuvo que ponerse a tono con la transformación digital para ser económicamente viable, responder a las necesidades de los consumidores y aprovechar las oportunidades del eCommerce. Una de ellas: cruzar fronteras. 

El comercio electrónico transfronterizo, también conocido como cross border eCommerce, se refiere a la distribución o comercialización de bienes y servicios por medios electrónicos entre agentes ubicados en distintos países, de acuerdo con la Organización Mundial del Comercio. Aunque no es usualmente explorado como un canal de exportación, tiene gran potencial.   

La notable acogida que el comercio electrónico tuvo en los últimos meses ha cambiado permanentemente el comportamiento de los compradores y de las empresas alrededor del mundo.

Se calcula que en los próximos cinco años la tercera parte del comercio mundial se concentrará en comercio electrónico, según señaló Juliana Villegas, vicepresidente de exportaciones de Procolombia, en el marco del eCommerce Summit 2020 desarrollado por la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico. También se estima que los mercados con las mayores tasas de crecimiento en ventas sean India, España y China. Mercados a los que puede llegarse a través de los modelos de negocio del eCommerce como las tiendas virtuales o los Marketplace globales.

El comercio electrónico representa una herramienta de apoyo a las exportaciones del país, actividad que impulsa el desarrollo económico nacional y la reactivación del sector empresarial en los tiempos apremiantes que vivimos.

En Colombia, el comercio electrónico transfronterizo no ha visto su época de auge. Tan solo el 2% de las empresas colombianas hacen operaciones transfronterizas por medio de canales electrónicos, cifra que refleja una oportunidad de crecimiento de este canal poco convencional de exportación.

Expandir las actividades de comercio electrónico al campo internacional ofrece numerosas ventajas: fortalecimiento de la competitividad de las empresas, diversificación de mercados y adaptación a las preferencias de los usuarios digitales que buscan comodidad y sencillez. 

Cabe mencionar que las empresas que exportan tienen una posibilidad de crecimiento de entre 30% y 45%, de acuerdo con un estudio presentado por Laura Valdivieso, viceministra de Comercio Exterior, en el foro “El papel de las exportaciones no mineras en la reactivación económica de Colombia”. Apostar entonces por la exportación a través de comercio electrónico, sector que ha cobrado gran protagonismo y relevancia, no es desacertado. 

La confianza en el sector del comercio electrónico y el mejoramiento de la infraestructura de las plataformas para comercializar bienes y servicios digitalmente han sido avances significativos. Sin embargo, aún es necesario trabajar en temas de simplificación de trámites, cadena de abastecimiento, logística transfronteriza y tiempos de entrega para impulsar el comercio electrónico transnacional.

La oportunidad de crecimiento de este sector es amplia. Colombia tiene un gran número de productos no minero-energéticos que son de interés para otros países y continentes. Agroquímicos, variedad de alimentos y, por supuesto, flores, hacen parte de la lista.

A través de este canal de exportación poco tradicional es posible llegar a un mercado de más de 1.500 millones de personas a nivel mundial. La invitación es a internacionalizar los productos colombianos aprovechando el impulso del comercio electrónico. Debemos abrir los ojos a mercados más allá de lo regional, a pensar en nuevos países y nuevas posibilidades de crecimiento. 

Para ello, es esencial realizar los esfuerzos en infraestructura, logística, temas tributarios, cambiarios y arancelarios para fortalecer el comercio electrónico transfronterizo en el país.

 

*Columnista Invitada, dirección de Empresa, Industria y Competitividad

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